La utilización de medicamentos
durante el embarazo y la lactancia materna siempre ha sido un tema
controvertido. La cosa está clara en el caso del embarazo ya que la mayoría de
la medicación atraviesa la barrera placentaria y puede llegar al feto a través
de esta, pero el problema surge con la lactancia. Muchos profesionales
sanitarios todavía son capaces de suspender una lactancia exitosa porque la
madre debe tomar alguna medicación sin tener en cuenta las consecuencias que ello conlleva. Sin embargo son raros y casi excepcionales,
los casos en los que la madre deba dejar de dar el pecho porque tome algún
fármaco.
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En el caso de la vacunación
durante la lactancia ocurre lo mismo que con los medicamentos, pero ente caso
somos las enfermeras las que debemos saber que las mujeres que amamantan pueden
ser protegidas con las vacunas recomendadas a los demás adultos. Es muy
importante que todos los colectivos demos los mismos mensajes ante la población
porque esto puede generar mucha incertidumbre y falta de confianza hacia
nosotros como profesionales sanitarios.
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